El parto –el primero de esta cerda- se produjo por la noche de día muy frío por lo que gracias a la previsión y al trabajo de los alumnos, se contó con las instalaciones adecuadas para la supervivencia de las crías.
    
Al respecto, la directora del grupo, la docente Méd. Vet. Melisa Tuminni resaltó que una vez producido el destete “vamos a hacer un prueba en la que evaluaremos dos presentaciones de alimento: una es minipellet y la otra en harina. Se van a calcular las ganancia de peso diaria, consumo, desperdicio y conversión alimenticia”.

Seguidamente, sostuvo que “el objetivo es que los estudiantes aprendan a hacer este tipo de pruebas que son de mucha importancia para la producción. El día de mañana cuando sean profesionales lo van a poder llevar a la práctica”.

Cabe recordar que en la Unidad Académico-Productiva de la FCV cuenta con seis cerdas, dos de genética Topigs, una de genética Delta Híbrido y tres que fueron donadas por un establecimiento que produce su propia genética.