“Estaba en Rectorado en una reunión y nos informan que el agua avanzaba”, recuerda el ex Decano de la FCV, Dr. Eduardo Baroni, a 11 años de producida la tragedia hídrica de la ciudad de Santa Fe. “Salimos urgente para ver qué podíamos hacer”, continuó Baroni, dando cuenta del estado de situación que se vivía en esas horas de fines de abril de 2003. “Me llaman que en el campo de Don Bosco, que en ese entonces pertenecía a la Universidad, había gente que se quejaba por la gran cantidad de animales, situación que se daba por la llegada de personas de todos lados con sus mascotas las cuales algunas tenían comprometida su salud, como por ejemplo sarna, entre otras enfermedades”.


El agua ingresaba a la ciudad y la situación era de desorientación y desesperación. Las familias comenzaron a solicitar ayuda y a darse estrategias de supervivencia.


En este contexto de emergencia, el hoy Director del Centro Universitario Reconquista-Avellaneda comenzó a contactarse con el entonces secretario de Ciencia y Técnica, Humberto Occhi, –hoy decano- y “con él tomamos las decisiones de hacer el grupo de trabajo. Comenzamos a contactarnos con Stella Maris Galván, Raquel Pastor, Juan Alberto Lorente, Eduardo Mosso, Hugo Ortega, Ana Canal y Nelsa Widenhorn. También hablé con las autoridades y docentes del Hospital de Salud Animal y la conclusión fue una sola: la enorme predisposición de los estudiantes, docentes y no docentes para trabajar desinteresadamente”, recordó.


El agua seguía subiendo y la gente se agolpaba en escuelas y centros de evacuados. Comenzaron los primeros encuentros con autoridades provinciales a los fines de avanzar en propuestas. “La Dra. Ana Canal por ese entonces se desempeñaba como Directora de Ganadería de la provincia y fue un nexo importantísimo para que pudiéramos organizar el trabajo junto al Estado provincial”, recordó Baroni.


La tarea en centros de evacuados y en zonas de difícil acceso


El accionar de la FCV se dividió en dos momentos, el primero marcado por la urgencia, donde se realizó una primera campaña de desparasitación y se realizó contención. “La gente se evacuaba con su mascota, desde las escuelas nos decían que no querían a los animales porque se peleaban o porque un perro mordía a un gato… De alguna forma dábamos contención a las personas y a quienes estaban a cargo de los centros de evacuados. Como primera medida, comenzamos a organizar espacios físicos para los animales”, comentó Baroni.


En esa etapa, se realizaron acciones estrictamente sanitarias y de vigilancia epidemiológica para la detección temprana de problemas sanitarios. Se asistieron perros, gatos, equinos, aves y otros animales.


La Facultad puso a disposición dos vehículos y, dos docentes, sus autos particulares. Así comenzaron los recorridos diarios por los centros de evacuados. Pasados los primeros días de la emergencia hídrica, se logró conformar un Comité de Emergencia Social integrado por la FCV, la Dirección de Sanidad Animal de Santa Fe, la Dirección de Zoonosis de Santa Fe, el Ejército Argentino, la Municipalidad de Santa Fe, la Sociedad Rural de Santa Fe y el Colegio de Médicos Veterinarios de Santa Fe.


Se dispuso llevar a cabo una campaña masiva de prevención contra la leptospirosis canina y rabia. La campaña duró 4 semanas y fue llevada a cabo en vecinales, escuelas, comedores comunitarios y en puestos móviles. Participaron una gran cantidad de docentes, estudiantes y no docentes en la logística. “Sin la participación activa de la comunidad universitaria de la FCV, hubiese sido imposible llevar adelante el accionar”, resaltó Baroni a lo que continuó: “Muchos estudiantes subían a los anfibios del Ejército y llegaban a sitios de difícil acceso para continuar con la vacunación y la atención de los animales”.


Un hospital de campaña para Grandes Animales


Los equinos que salieron de zonas inundadas y que se encontraban alojados en forma precaria en espacios públicos de la ciudad (plazas, canteros, vías del ferrocarril, entre otros), fueron concentrados en el predio de la Sociedad Rural de Santa Fe. Allí se alojaron 46 caballos, elevándose a 100, en los días siguientes.


“Se montó un verdadero hospital. Entre el Ejército y nuestros estudiantes se atendían a los caballos. A muchos equinos los alzaba el Ejército y los llevaban ahí. Cuando el agua comenzó a bajar los dueños los fueron buscando hasta desactivar esta iniciativa”, relató Baroni.

Pasados 43  días intensos de trabajo, los números que dejó esta acción de la FCV son más que significativos: 11.890 animales vacunados; más de 1.500 kms recorridos en las frecuentes visitas a los más de 170 centros de evacuados; la conformación de un hospital de campaña para grandes animales; reconocimientos nacionales, de la ONU y de la Word Society Protección Animal (WSPA), quienes donaron recursos a la provincia.


“Pudimos dar cuenta de la capacidad de la Facultad y de la Universidad para responder a las demandas sociales y actuar en medio de una catástrofe. A quienes participaron, quisiera volver a agradecerles porque se pudo cumplir con la misión de la Universidad de dar soluciones concretas a problemas sociales, promoviendo el bienestar humano y animal. Como ha pasado tanto tiempo, tal vez queden personas sin nombrar quienes  en esos momentos ayudaron desinteresadamente como lo hacía todo el mundo, por lo que quiero reiterarles el agradecimiento”, concluyó Baroni.


 

·     · *   Listado de Docentes y alumnos participantes durante la primera etapa

 
*   Listado de Docentes y alumnos que participaron de la campaña masiva de vacunación

 

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