“El conocimiento del lenguaje equino y la paciencia nos lleva a obtener un caballo manso en menos tiempo. Buscamos un caballo amigo, que nos siga, que no haga falta llevarlo de un cabestro”, remarca Milton De los Ríos, egresado de la FCV-UNL, quien sin dudas aceptó la propuesta y viajó desde su Tucumán natal para brindar un curso sobre Doma Racional.

 

Sobre este concepto, Milton remarca que “doma racional, doma india o doma sin violencia es una técnica que busca lograr un caballo manso, confiado hacia nosotros y confiable para un trabajo determinado”.

 

Milton ingresó a la FCV en 1994. Luego de dos años de estudio, comenzó a trabajar en el Ejército donde tuvo estrecha relación con equinos durante cinco años “montando caballos para polo, equitación y salto. Esto me acercó a su lenguaje”.

 

Luego regresó a la Facultad para concluir con sus estudios. Hoy en día, dedica la mayor parte de su tiempo a la cirugía en pequeños animales y lleva a cabo esta técnica por “hobby”. En este sentido, remarcó que “cuando me llamaron los chicos del Centro de Estudiantes no dudé en volver a mi Facultad”.

 

Milton mantuvo un encuentro con el decano de la FCV, Mgter. Humberto Occhi, quien agradeció y valoró su visita a partir del llamado de los estudiantes.

 

Sobre la técnica y el bienestar

 

“Es una práctica ancestral, se habla que Alejandro Magno amansó a su caballo con estas técnicas y que también las utilizaban indios de Las Pampas. En nuestro país se ha hecho de una manera tradicional porque el Ejército necesitaba caballos en muy poco tiempo. No alcanzaban ni siquiera a ensillar y ya estaban montados. En esas domas había caballos que se fracturaban, se desnucaban o domadores lesionados”, sostiene De los Ríos.

 

En esto hace hincapié: “Es una técnica que se basa del lenguaje equino, que lo hablan todos los caballos del mundo y que es muy limitado, pero se basa en interpretaciones de actitudes corporales”, sostiene Milton y agrega: “Conociendo comportamientos sencillos sabremos cuándo el caballo está apto para montar”.

 

Para el amanse o doma, Milton utiliza un corral redondo porque “es una línea infinita, entonces el caballo puede trasladarse sin dificultad los metros que quiera. Nos permite que el caballo corra libremente sin estar atado y sin tener un bozal”.

 

Finalmente remarcó que “no tenemos que ser domadores para amansar a nuestros potros. Básicamente paciencia y lograremos objetivos muchos más rápido que la doma tradicional. En un 99 por ciento de los casos no se producen quebraduras o accidentes humanos”.