Palabras en conmemoración 60° Aniversario FCV- UNL

Quiero comenzar estas palabras recordando al escritor y artista John Berger, cuando expresaba: “Las huellas no son solo lo que queda cuando algo ha desaparecido, sino que también pueden ser las marcas de algo que va a rebelarse”. Sin lugar a dudas, mirar retrospectivamente estos 60 años de vida implica recorrer las huellas que han quedado marcadas en nuestro devenir histórico, pero también, nos convoca el desafío de recorrer juntos nuevos caminos en un mundo cada vez más complejo, desafiante e incierto.

Y es aquí la importancia que tienen los aniversarios y las conmemoraciones, ya que nos permiten ejercitar las memorias individuales y colectivas, no sólo para revisar críticamente nuestro pasado sino para poder pensar en lo que vendrá.

Para ello, poder leer este luminoso presente, revisitando los orígenes, los diversos tramos de la rica historia que han definido la identidad de la FCV, nos permite proyectarnos hacia un prominente futuro, plenamente consciente que somos nosotros mismos, la comunidad universitaria de esta facultad, los principales artífices y constructores de nuestro porvenir.

Sólo a manera de recordatorio, podemos mencionar que el 10 de abril de 1961, la Facultad de Agronomía y Veterinaria de Esperanza (FAVE), iniciaba sus actividades en las aulas del Colegio San José, cuyo Rector, Luis Kreder sería también el decano de la nueva institución hasta 1968. La nueva facultad dependía académicamente de la Universidad Católica de Santa Fe, pero el gobierno, administración y financiamiento eran ejercidos por la Congregación del Verbo Divino.

La FAVE comenzó a desarrollarse en un contexto local y regional marcado por la expansión y transformación del sector agropecuario, destacándose principalmente: el impulso tecnológico a través de la incorporación de maquinarias e implementos agrícolas, el mejoramiento del tipo animal destinado al mercado de exportación y grandes cambios en la producción lechera.

La década del 60 fue una época de destacados, pero breves gobiernos democráticos, en un contexto nacional e internacional de profundos cambios e importantes movilizaciones sociales y culturales. Recién en 1973, vuelve a recuperarse la democracia. Estas situaciones de inestabilidades políticas e interrupciones democráticas afectaron profundamente a las Universidades del país, en su desarrollo institucional y gobierno universitario.

Los años 60 y 70 tuvieron como escenarios profundas tensiones y enfrentamientos, que fueron alimentando una cultura de violencia política que atentaba centralmente contra el espíritu democrático de tolerancia, respeto y convivencia pacífica.  Este contexto tiene influencia directa en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de Esperanza, en la que se manifiestan disputas y conflictos que involucran a la comunidad educativa y religiosa, desde estudiantes, docentes y autoridades de UCSFE, y a la misma iglesia santafesina.

Marchas, movilizaciones, “Cordobazo” de por medio, cambio de autoridades de la FAVE, compromiso social y político del estudiantado, desembocan en un creciente reclamo de “estatización”, al que se sumaron profesores, autoridades de la facultad, gobierno municipal e instituciones locales y regionales.

El gobierno de la provincia de Santa Fe, la Intendencia de la ciudad de Esperanza, Instituciones, organismos sociales, culturales, políticos, gremiales, sectores agropecuarios y de la industria, entre otros, envían notas al rector de la Universidad Nacional del Litoral, solicitando la incorporación de la FAVE a esa casa de estudios. La matrícula reunía entonces 498 estudiantes, 221 cursaban Agronomía y 277 Veterinaria.

En diciembre de 1972, 19 estudiantes ocupan el edificio de la facultad, iniciando una huelga de hambre que se extiende por varios días en reclamo a la estatización.

Finalmente, en mayo de 1973, el entonces presidente Gral. Lanusse firma el decreto de estatización de la FAVE, en el marco de las estrategias del gobierno militar de despolitizar las universidades, implementando un proyecto de diversificación y regionalización del sistema universitario.

De acuerdo a estos lineamientos, el Rector de la UNL fundamentaba la inclusión de la nueva escuela a la universidad manifestando, “la incorporación de agronomía y veterinaria como carreras de la UNL garantiza la continuidad, dentro de su zona de influencia”.

Los siguientes años significaron atravesar difíciles momentos, en el marco de una coyuntura nacional convulsionada, con una nueva interrupción democrática en 1976.

Se alcanza finalmente, en el año 1979, el status de Facultad de la Universidad Nacional del Litoral.

En el año 1983, el país retorna al estado democrático y por ende, las universidades comienzan el proceso de normalización, recuperando su autonomía, cogobierno y los concursos docentes como aspectos, propios del modelo de universidad reformista que comienza a reconstruirse. La FAVE inicia el tránsito hacia una progresiva institucionalización, en el marco de la estructura académica e institucional de la Universidad Nacional del Litoral.

En la UNL se consolida un modelo de Universidad democrático, con el pleno desarrollo de sus funciones sustantivas, con el fortalecimiento de las políticas de extensión social y cultural, que acentúan claramente el aporte de la UNL al desarrollo productivo, social y cultural de la región, teniendo a la FAVE como una de las facultades de referencia por su creciente vinculación e inserción territorial.

Sin pausa, comienza el proceso de transformación. Se crea el Hospital de clínicas de pequeños y grandes animales. Comienzan a implementarse los servicios altamente especializados a terceros, y los servicios educativos a terceros; empiezan a crecer los proyectos de Investigación y actividades de extensión; la FAVE se posiciona como una unidad académica de consulta de diversos sectores productivos e instituciones y organismos de la región.

Se firman acuerdos con otros organismos del estado, INTA, CONICET, para el desarrollo de líneas de investigación en temáticas de interés común, optimizando recursos humanos y físicos.

En estos años de la década de 1990 se da una importante expansión de las ofertas y credenciales educativas de posgrado. Surge entonces el dictado de la Maestría en Ciencias Veterinarias y la Maestría en Extensión.

Finalmente el 15 de febrero de 1999, la FAVE da lugar al nacimiento de dos Unidades Académicas (FCV y FCA), luego de un largo proceso de autoevaluación, de debates y acuerdos.

La Facultad de Ciencias Veterinarias.

La FCV se propuso intervenir en un escenario social e institucional más amplio y complejo, que permitió la expansión de los alcances e incumbencias de la formación profesional, más allá de las áreas tradicionales.

El crecimiento exponencial que la FCV  ha desarrollado en estos 22 años, a un ritmo ininterrumpido, permitió por ejemplo, la valiosa formación de recursos humanos; la ampliación de su oferta académica, la creación de carreras de pregrado, especializaciones, como así también del Doctorado; su vínculo con el medio productivo y la interrelación con otros organismos del Estado impulsó el surgimiento del Instituto de Ciencias Veterinarias del Litoral, ICiVet  UNL – CONICET.

Todo ello, nos ha permitido estar hoy posicionados en los primeros lugares en relación a las acreditaciones con el máximo nivel de exigencias a nivel de carreras Nacionales y  de Arcusur.

Sería muy largo detallar todos los logros alcanzados en este tiempo, y todos los actores que han intervenido, lo que seguramente me llevaría a cometer omisiones imperdonables.

Esto ha sido una labor compartida, ininterrumpida, sostenida, coherente, donde cada uno, desde su lugar y en su tiempo ha contribuido a este presente donde los 60 años trasuntan una rica vida histórica y académica.

Este camino recorrido nos anima a proyectar el futuro con imaginación y mucha fuerza, para poder afrontar importantes desafíos y sostener desde nuestras políticas institucionales, de extensión, académicas, científicas y tecnológicas, una Facultad de calidad, comprometida con la sociedad y el Estado de los cuales formamos parte, haciendo aportes significativos al desarrollo sostenible y al crecimiento de la región.

#Entendemos que desde esta visión y con el trabajo realizado, se resignifica el sentido de la pertinencia de la universidad, su función y compromiso social, profundizando los objetivos planteados en el vínculo de la universidad con el estado y la sociedad.

A partir del diseño y desarrollo de estas políticas institucionales y de las experiencias realizadas, esta FCV considera  fortalecer y profundizar la integración de las funciones sustantivas (Docencia, Investigación y Extensión), lo que implica el desarrollo integral de la propia Institución, ya que le otorga un especial sentido de la misión social, interpela a la docencia en pensar en otras formas de enseñar y de aprender, y convoca a la investigación a pensar en nuevas formas de construcción de conocimientos y la apropiación social de los mismos.

Al entender el valor estratégico que presenta hoy el conocimiento, y comprender el poder transformador que posee la misión social de la Universidad, nos permite dar respuesta a través de las políticas institucionales y sus instrumentos de gestión, a interrogantes claves, tales como: ¿Qué tipo investigaciones requiere nuestra región? ¿Quién define las prioridades en investigación? ¿Qué tipo de graduados forman nuestras universidades? ¿Cómo se forman ciudadanos críticos y comprometidos socialmente? ¿De qué manera se reproducen socialmente principios y valores, como la democracia, la solidaridad, la cultura de la paz, la ética, la alteridad, el pleno ejercicio de los derechos humanos, entre otros?.

En este momento de los festejos por el 60 aniversario de la facultad y culminando mi segundo período de gestión, quisiera mencionar, sólo a manera enunciativa,  algunos de los logros más importantes alcanzados en estos últimos años:   el Centro de Innovación Tecnólogica CITec; el Centro Entrenamiento Cirugía Mininvasiva, junto a la Facultad de Ciencias Médicas; el Convenio de Cotutela de Doctorado con la Universidad de Bologna; la conformación y coordinación del Programa Arfragri, con Escuelas Veterinarias de Francia y el Programa Marca, con Facultades de Veterinarias de Universidades de Mercosur; la intensa actividad y relación con Graduados; el desarrollo de la investigación y la extensión social y cultural, entre otros, en un presente  con 2950 estudiantes totales.

Finalmente, y con el objetivo de proyectar al futuro y poder construir de manera colectiva la mejor Facultad que nos represente y nos haga sentir orgullosos de ser parte de la misma, dejamos como aporte y testimonio del esfuerzo de nuestra comunidad educativa, el documento que sintetiza el proceso de planificación estratégica llevado adelante en esta gestión, que se denomina “Construyendo la Facultad de Ciencias Veterinarias camino al 2030”, lo que significa el primer trabajo de prospectiva que la FCV realiza desde la época fundacional.

Este ideario de Facultad, tiene en sus profundas raíces el pleno ejercicio democrático, el co-gobierno, la inclusión y el compromiso social, la calidad académica, la autonomía y el desarrollo del pensamiento crítico. En esta concepción de Universidad y de Facultad no puede estar ausente, ni siquiera débilmente expresado, algunos de estos principios, ya que si así fuera, estaríamos hablando de otra institución de educación superior, y no de aquella Universidad que surge del movimiento reformista de 1918, como una verdadera revolución de conciencias para “todos los hombres libres de Sudamérica”, tal como lo expresaba el Manifiesto Liminar. Este grito de rebeldía y de compromiso resuena todos los días en nuestras universidades y es la llama que alimenta la construcción de una sociedad más justa, solidaria e inclusiva.