MIS PRIMEROS PASOS

Quiero a la naturaleza y la afirmación no es declamatoria. Mal comenzaría esta serie de relatos engañándome y engañando. La amo y estoy alistado como voluntario desde muy niño, para defenderla.

¿Cuál es mi puesto de lucha? Me definí por el estudio de todo su generoso despliegue y por la divulgación de gran parte de sus maravillas. No se aprende solamente leyendo libros ajenos, por calificados que ellos sean. La propia experiencia es fuente indispensable del saber.

Por eso recorrí palmo a palmo mi país. Casi todas las excursiones realizadas fueron sensacionales, pero la mayoría me obligaron a solucionar con sacrificios muchas dificultades, como iré contando en sucesivas narraciones.

Siempre fui acompañado de una útil y –también diría- maravillosa carga: lápiz y cuaderno de apuntes; filmadora, máquina fotográfica y muchos metros de películas. Tenía que documentar muchas cosas, para mí y para los demás.

Los kilómetros recorridos escapan al recuerdo y voluntariamente olvidé los grandes costos. El reiterado balance daba siempre el mismo resultado: plena satisfacción e inquebrantable decisión de seguir en la brecha de conocer más y mejor, trazándome el propósito de utilizar todos los medios posibles para definir lo que quedó en mi mente, en el grabador y en las películas fotográficas.

Me pregunté siempre, y me han preguntado, el porqué de este hermoso camino que vengo recorriendo por años, abrazado a la naturaleza. Pienso que es difícil determinar un incentivo excluyente; más bien creo que es un conjunto de razones las que orientan a las personas hacia determinadas actividades…

Andanzas de un Naturalista